Ir al contenido principal

Una hoja de papel papel

Una hoja de papel papel
y no fiera. Fuera así aquel
papel en que escribiera.
Y no se fuera.

Una hoja de papel papel
y no madera. Fuera suave aquel
papel en que escribiera.
Y no se fuera.

Una hoja de papel papel.
Papel de estrella en una almena
fuera el papel papel.

Así pudiera desde fuera
del castillo verlo arder
en su brillo, en su tinta.
Verlo volar como una encinta
mujer que va a la vida
de un futuro hijo o futura hija
sin rostro, voz, ni cuerpo
en el que cree. Por encima
de morir por él.

Por encima de la almena
donde viera
la luz del papel papel
en que te escribiera.

Rota está la punta fina
de mi boígrafo. Rota
desde que escribí en tu papel
y lo atravesé.

Tan fuerte
que voló hacia aquella almena.
Como un alma hacia una estrella
sin el vicio de morir.

Aunque está lejos de la tierra
en que la vi partir.
Lejos de mi.

Una hoja de papel
papel estrella
me mira con amor furor,
que no deja de ser amor.

Amor me guarda en su brillo de estrella
mas desde lejos me lo enseña
pues sabe que aun tengo punta
con que atravesarle la tela
blanca de su entereza
aunque sin querer lo hiciera.

Una hoja de papel papel
quisiera.
Una hoja como ella.
entera.

Una hoja de papel papel
quisiera. 
y no fiera, ni madera
que de mi vida se fuera.
Mas fiera madera debes ser
papel papel
para seguir siendo de estrella.

Rayograma de Man Ray

Comentarios

Popular Posts

El espacio en que fui tuyo

Así me miras como si sólo fuera tuyo. como si mi carne y cómo respiro vivieran sólo en tus dominios, como si yo pudiera salir pero fuera quedarme lo que elijo. Me miras como vestida con un traje de prodigio  que dejan vida y libertad a un lado En el que elegí que ya no elijo. Me miras como si solo fuera tuyo. Me miras como si así siempre hubiese sido. Empiezas con uñas como espadas, y me pegas y, sin querer, grito y ese grito y que lo pares pido porque no quiero gritar más pues no gritar más es quitarme ya una libertad que ahora no preciso aunque es precisamente por libertad  (aunque sin parecer verdad) por lo que grito. Me miras como si me crearas  y yo te creo y te doy las gracias. Me cuidas cuando me atrapas. Me haces temerte cuando me amas. Y esas aguas contrarias, que me hacen a mi llorar otras aguas, flaquean el báculo de tus manos y viendo que me rompes, amenazas con parar el viaje hacia el espacio más cercano al ser sin ser hacia el que estábamos andando: a un tra...

Recuerdos como noches

Cuando la noche se asienta, cuando el día se termina, cercan los horizontes de mis ojos los recuerdos. Esos que veo junto a la estela de mis pasos. Cuando la noche se asienta y su silencio se posa afloran pensamientos en mi mente: los recuerdos  a los que temo. Junto a la estela de mis pasos. Porque mis recuerdos se me aferran como a la piel, cicatrices, como a la retina, luz como al esperar, el tiempo. Puede ser que sean bellos esos recuerdos. Aún me inquietan. Hay carcasas bellas con adentros feos. Porque mis recuerdos se me aferran como la corriente al nervio, como la mano al puñal, como el párpado a lo visto. Y sé bien perderme en ellos —en los recuerdos que son veneno— incluso más que en todos mis pasos mismos. Imagen hecha con Leonardo AI  de ©Shathu Entayla

Un soneto de tres

Por hoy somos tres. Madre, padre e hijo. Aunque no siempre fuimos tres, pues fuimos cuatro. Luego el desahucio vivimos. Tres vivimos el vivir sin cobijo. Aquí somos tres. Madre, padre e hijo con vidas distintas que distinguimos viviéndolas. Juntos y no. Es un timo de envejecer y el tiempo, que no elijo. Y un día tres serán dos, y dos, uno. De pronto "juntos" pasará a ser "no". Y poco hay entre "juntos" y "ninguno". De un algo que estuvo y se marchó el uno que quede será el "alguno". Uno entre paredes de lo que amó. Imagen generada con Flash 2.0 (Google)  de ©Shathu Entayla