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Papel fría

Cabellos de arena fina tienes, corazón.
La tinta mancha el papel blanco:
luz de amparo. Brilla extraño y profundo,
como el miedo la nieve recién caída.

Los huesos del amor sustentan su belleza,
y el sentir el paso que lapida
fosa vacía de mantos, llena de miedo.
Hace al papel sentirse en un barranco.

Donde los ojos se llenan de arena, calma
de un extremo las manchas, vírgenes.
¡Besos que arrancan mares de sueños
bajo ellas surcados por heridas!

¡Sueños que vuelan con cetros de nubes!
Y de vuelta al otro lado rigen
carmines de ducha caliente perpetua.
De nuevo, fibras blancas de su vida.

"Hands painted by Picasso" de Man Ray

 Poema en colaboración con Diana Ferrando Arqued 

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Un abrazo

Alquitranes húmedos besan mis sketchers ya pasadas dadas de sí por miles de pasos. Unos andados, otros bailados. Otros que buscan algo. A veces, en estas noches como un pecíolo de hoja que, en otoño se resquebraja en silencio mucho antes de caer, mi ánimo, también se resquebraja. De mis ojos salen lágrimas  que son de aire porque la humedad la tienen el alquitrán y mis pasos y mi sudor y mis pasos. Y por la soledad de dentro de mis ojos no sale nadie. Muchísimas noches abrazaría el aire me devolvería el abrazo más amable el más tierno, el más gentil, y el más suave Pero es que de todo eso es demasiado el aire y se desharía entre mis manos de carne. Necesito un abrazo que sea tierno y terso y firme y sinuoso. Justo como el dibujo del resquebrajo de ese pecíolo qué está en mi ánimo. Un abrazo  que dibujara el resquebrajo pero en sentido contrario: que acabara de romper o reparase esa hoja. Un abrazo. Que me impidiera llorar o precipitara el llanto. O quizá a encontrarme o romperme con ot