Me encanta cómo te ilusionas con el amor aunque lo adoleces. Me encanta lo rara que eres con lo normativa que pareces. Me siento a gusto en las palabras que me lanzas, en lo que me cuidas siempre. Tanto que desnudarme contigo – literal y figuradamente – parece algo nimio, a veces. Tú, como puta que eres, sé que desnudarte es muy corriente pero sé que hay algo entre tú y yo algo disidente algo anárquico algo que baila fuerte algo perenne algo que estaba antes de conocernos pero que nos une siempre algo que nos hace echarnos de menos que a mí se me cura al verte y que a ti te hace quererme. Ese algo es un misterio en el que he pensado muchas veces. Está claro que afinidad teníamos – lo sabía el que nos conociese mucho antes de que cualquiera en la vida del otro apareciese. Pero hay algo que es cierto. La afinidad no explica del todo ese misterio. La afinidad no explica del todo que, muy en serio, sintamos que estamos ahí para el otro que llamarnos sea obligatorio – incluso cagando, ...
Un blog de escritura. De letras que vuelan y no saben adónde. Pero te digo de corazón que todo tiene alma aquí.