Mi mano acaricia la dehesa colmada de pétalos de rosas. Te clavas en mí con las espinas. Llegamos a cruzarnos dos viajeros a cada lado del mundo Cuando nos encontramos se dobla la tierra y se parte entre nosotros. Bajo ella, lava; y en ella, rosas. Nosotros, a cada lado del mundo separados por una sima que huele a luz. Sonreímos desde cada lado Entonces cerramos los ojos. Nos damos al abismo. Las gotas de magma saltan hacia la roca y se deslizan por ella llorando. Sé que estás cayendo. Sabes que caigo contigo. Llegamos a la lava y nuestra carne arde viva y se muere. Nos abrazamos. Nos miramos sin abrir los ojos. Y nuestra piel de tierra, se hunde en el mar de fuego y nuestra piel deja de ser piel y es sólo tierra. Y la lava se seca y se enegrece y huele a luz. Y la lava que era tierra es sólo tierra. Y cuando quieren crecer las rosas con espinas sobre la tierra nueva nosotros ya nos hemos fundido.
Un blog de escritura. De letras que vuelan y no saben adónde. Pero te digo de corazón que todo tiene alma aquí.