Esta noche sólo ha habido cinco horas. Me despertó, del estómago, la boca gritando los sueños que no había soñado y que llevan desde el alba peleando. Ahora, despierto. Ya ha pasado tiempo. Tanto que puedo contar las horas desde que al alba se pelearon mis sueños hasta que he visto despierto cómo lloras. Para que se calmen, soñando, los sueños me has dicho que duerma. Que descanse. Y que no lloremos al levantarme. Y lo haría, pero tengo un gran problema: que no puedo de nuevo no estar despierto pues este poema despierto eres mi sueño.
Un blog de escritura. De letras que vuelan y no saben adónde. Pero te digo de corazón que todo tiene alma aquí.