Esta noche sólo ha habido cinco horas.
Me despertó, del estómago, la boca
gritando los sueños que no había soñado
y que llevan desde el alba peleando.
Ahora, despierto. Ya ha pasado tiempo.
Tanto que puedo contar las horas
desde que al alba se pelearon mis sueños
hasta que he visto despierto cómo lloras.
Para que se calmen, soñando, los sueños
me has dicho que duerma. Que descanse.
Y que no lloremos al levantarme.
Y lo haría, pero tengo un gran problema:
que no puedo de nuevo no estar despierto
pues este poema despierto eres mi sueño.
Me despertó, del estómago, la boca
gritando los sueños que no había soñado
y que llevan desde el alba peleando.
Ahora, despierto. Ya ha pasado tiempo.
Tanto que puedo contar las horas
desde que al alba se pelearon mis sueños
hasta que he visto despierto cómo lloras.
Para que se calmen, soñando, los sueños
me has dicho que duerma. Que descanse.
Y que no lloremos al levantarme.
Y lo haría, pero tengo un gran problema:
que no puedo de nuevo no estar despierto
pues este poema despierto eres mi sueño.
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