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Mostrando entradas de 2021

La balsa o "Somos agua"

Eres una gran balsa. Grande, pesada y redonda como el mundo. Una balsa que se mece sobre el agua, sobre la vida y el tiempo, y su quilla es irrompible. Se pega a los tsunamis. Pero no se hunde. Desvía los rayos y doma tiburones. Sé que si me tumbo en esa balsa nada malo puede pasarme nada malo nada de nada. Te conviertes en balsa cuando te abrazo, y para el tiempo. y cesan las bombas. y todo se aplaza. Pero, a veces,  cuando te abrazo temo no poder hacerlo más. Pienso el día en que te vayas; que atraques para dejarme y no vuelva a verte; que me hagas abandonar el mar para siempre; que deje de poder enseñarte el rastro que dejo en la tierra como tú en el mar lo dejaste. Estos días pensar en lo inerte me persigue. Como el rayo al mar como el tiburón al barquero como el tiempo a ti. El tiempo hace todo agua. Porque somos agua. El tiempo siempre gana. Pero abrazarte…  pero que seas mi balsa me hace olvidar que somos agua. Olvidar que las balsas no existen porque somos agua. Pero tú eres un

La cara oculta de la luna

Sé que hay algo propio misterioso en bruto antiguo y brillante que me irradias. Que nos llena. Pero a veces me siento como jugando a la gallinita ciega.  Confío en ti. Y lo hago siempre. Sé que me guías con esmero. Pero rara vez sé adónde o por qué. Y en parte me da igual e igual siquiera lo sabes. Algo en ti es un misterio y aunque no se puede entender conecto y, de alguna forma, sí entiendo. Pero jugando a ser ciego a veces, cuando me guías, me tropiezo y seguimos andando como si nada. Y, a veces, nadie habla. Y en esos momentos no sé qué te hago sentir. ni el tamaño de mi macha en tus pensamientos, ni cuándo la intensidad es una carga y un agobio o una puerta a cambios nuevos. Y por si acaso, por eso, a veces me guardo a mí, dentro. Y prefiero callar. O fingir que no me importa o no lo siento. Porque, a veces, cuando hablo a veces, me tropiezo y seguimos andando, y no siento qué sientes. Porque estoy ciego. Y si sonríes o lloras o si acusas mi tropiezo no tengo ninguna forma de sabe

Tamizado

Alma fría de cobre. De semen caliente diluido en el tiempo. Usar mis manos como máscara para que nadie me vea. Ser un saco de polvo fino y caer sobre la cama. Desmoronar sobre un colchón mi saco de piel de historia. Que mi cuerpo se adapte al ello. Que la gravedad imponga su ley sobre el espacio y el tiempo. Que me traguen las sábanas que, a diferencia de mí por mucho que llore, se secan. Que al llegar abajo me lonchee el somier y que mi carne se la coman los huecos de las baldosas. كم ألساعة ألان...؟ من أنا الان...؟ كل شيء ثقيل. لا أحد قوي ليس عندي أسم متى كل شيء ثقيل Imgan de benoithamann  en Pixabay NOTA CONTEXUAL: este poema fue hecho fruto de sentimientos de anhedonia pandémicos en noviembre de 2020.  de ©Shathu Entayla

Envidia masculina

Armado de privilegios que no ejerzo me lanzo al mundo, envidioso del privilegio que me quitan por tener mil que no quiero: el de ser vulnerable el derecho a dolerse a morirse por dentro sin que te pongan en entredicho ni invalidar lo que sientes. Envidio la sororidad que la gente se trate bien porque sí sin sospechas sin temer intenciones oscuras o peor, llamar oscuras a todas las intenciones  por tener un rostro concreto. Tengo miedo al miedo ajeno me da ansiedad tocar sin querer en el metro (ya no me pasa porque dejo medio cuerpo entre asientos) que me miren como si yo depredara (ya casi no miro a los ojos si no conozco) que se crucen de acera de noche (me alejo adrede para que no sepan que existo) y me quede solo escuchando vibrar el asfalto Envidio el abrazo de la gente que decide abrazarse sin conocerse que te inviten a té que las puertas de todas las casas del pueblo estén abiertas. Ni tengo pueblo ni abuelos y no lo entiendo. No puedo entenderlo Envidio la sororidad por ser un e

Monólogo: "Tempus Fugit"

Hola. Soy un tipo majo en realidad. Pero he venido para quedarme. No me iré. No podéis matarme. No podéis evitar que se cumpla mi voluntad. Soy vuestro nuevo Dios. Un dios autoritario y terrorífico al que le da igual que creáis en él o no, porque igualmente ejecutará su voluntad, y juzgará en esta misma vida. Sin masallases que valgan. Ahora mismo no hay nada por encima de mí. Ni estados, ni ejércitos, ni organizaciones internacionales. Nada. Pero para vuestro alivio primero y desgracia después, estaré solamente dos años aquí en el que ocurrirán las siguientes cosas. Primera. Desde el día de hoy, en todos los calendarios, en todas las culturas, en todas partes, me proclamo Autoridad Suprema del mundo. Eso implica dos poderes ejecutivos sobre este mundo: el de Desmantelador Supremo y el de Pacificador Supremo Segunda. Como Desmantelador Supremo proclamo la abolición y disolución de cualquier institución u organización empresarial o Estatal que exceda las 150 personas. Las únicas e

Sin sangre

Que alguien me parta en dos que quiero sangrar Quiero respirar sangre para dejar de sangrar aire; que estoy vacío por dentro. Es incómoda esta piel. Estos vellos que no se erizan. Estos ojos que lloran o no cuando se les antoja. Es incómodo este cuerpo que no es mío pero soy. ¿Cómo se puede ser sin tenerse? Joder. No me encuentro. Apenas existo. ¿Dónde estoy? ¿Quién está escribiendo esto? NOTA CONTEXTUAL: escrito en agosto de 2021  de ©Shathu Entayla

Los felices años veinte de la generación Z

Hace cuarenta años de los años ochenta y hoy los rayos de sol pesan. Es extraño pensar  que nací en otro milenio. Nunca pagué con pesetas. Apenas usé VHS. El internet ha estado siempre (?). Los años veinte que empiezan los compara mi cabeza con la imagen que tengo de los veinte del siglo pasado: época gloriosa y de avances cómo esta; de culturas florecientes como esta; pero, ¿estaremos también a diez años de una guerra? Ya no sabemos qué es la guerra. ¿Qué red social cumplirá primera los cien años? ¿Nos juzgarán tan retrógrados a final de siglo como nosotros les juzgamos? ¿A la gente le seguirá gustando Super Mario?  ¿Cuándo dejarán las cosas de mi tiempo de sonar a mi tiempo? ¿A qué edad me atrapará este siglo? ¿Me atrapará o creceré  con los tiempos manteniendo  joven mi espíritu? ¿Iré al espacio? ¿Seré un ciborg? ¿Qué cosas que admiramos serán absurdas? ¿Qué creencias que tenemos serán absurdas? ¿Qué preguntas serán absurdas en diez años? ¿Y en veinte? ¿Y en cien? ¿Y en mil? ¿En mil

El papel o el reproche indecible

Hoy os he sentido en sus besos, en su piel, su amor, su deseo. Os he echado, a las dos, de menos en su cuerpo. Hoy me ha cuidado alguien a quien aún ni quiero. Que podría querer pero, ahora, no quiero. Ella es vuestra amenaza de papel, que solamente os corta  por un lugar, que es el más improbable: la parte fina. Y duele como un grito. Pero ella es de papel. Sólo papel. Y resulta que, vosotras dos, adalides del amor sincero, tiráis vuestros timones al suelo y mientras, yo remo esta carabela a dedo sin poder hablaros sobre el vendaval; sobre las magulladuras de mis manos y las yagas de mis dedos por la sal; ni sobre ese sol que, a veces, amanece y compensa con calor la tempestad. Condenado al silencio funambulando miedos (que, ni míos, ni lo fueron) me encuentro. Si os hablo: mal, porque os duelo. Si no hablo: mal, me veneno. Y, aunque no quiera reconocerlo, a veces, me alivia más su fuego que ni me calienta, ni lo espero. Su fuego es intenso pero mortal. El vuestro, por ser vivo, lo pr

Trampas

Lo siento. Esta vez sí. Conseguiré escribir sin juzgarme. Sin pensar que tengo que escribir esto para que lo lea alguien. Hoy la cosa va de mí Y sólo de mí. Y qué os follen a los que no sois yo Especialmente los que os parecéis a mí Porque si sois como yo os odiáis Porque si sois como yo vivís encerrados en la jaula de vuestra clase social mientras que toda la sociedad os exige un poquito más, o que hagas otras cosas aparte de las que ya estás haciendo. Y como no llegas te odias. Y como no llegas sigues viviendo con tus padres. Y como no llegas no llegas a fin de mes. Y como no llegas no descansas. Y como no descansas, petas. Y cuando petas no descansas, porque sino no llegas. Si eres como yo te juegas tu funcionalidad y salud mental cada día Si eres como yo sabes que tendrás Alzheimer más temprano por el estrés Y quizá sea mejor, así me olvido de lo que me maltrato y al resto, como decía, que le follen. ¿Entiendes por qué me odio? Si eres como yo, te odio porque me odias y porque soy

Antes de nada

¿Dónde me dueles? Te busco en mí y no te encuentro pero estás como una droga; estás cuando estás y cuando no y no lo entiendo. A penas te conozco a penas siquiera te he visto a penas me gustas a penas me intrigas pero algo me arrastra a ti al dolor de descubrirte a la fricción al desgarro al peligro. A un lado  la esperanza en el afecto. la esperanza en conectarse y hacerlo a corazón abierto. Y a otro el miedo a la distancia prematura y que sea el destino quien decida que ahora no era buen momento. Es verdad. A veces hay que esperar. Y el tiempo junta a las personas en el lugar correcto. Pero sólo creo en la voluntad. Y no me alivia un futuro que aún no siento y que no sé si llegará a hacerlo. La ansiedad de perder algo que aún no tengo. El miedo a perder irracionalmente la esperanza y que sólo haya miedo dentro, que conectarse sea imposible Conectarse, eso que me ata al mundo: roto en cientos. La soledad que provocan  los lazos que nunca se hicieron duele más. Los ya hechos se arregla

El almazar #XustizaParaSamuel

La muerte asida a la aurora despierta en tierras gallegas. Desperezándose, siete manos suyas sangran tierra por las que fluye el aceite caliente de malquerencia, y se desangra una sangre roja, que a colores era, que con colores amaba, y que ahora es pasto de ovejas arrebañadas en odio. Y solo de él se alimentan. La muerte asida a la aurora despierta en tierras gallegas y todes salen a Sol contra aceite que detesta con gritos de amor sincero y amor que ama a quien no llega. Los colores de esa sangre ya no están, porque están fuera de este mundo. Y quien se muere ya no oye a quien le libera. La muerte asida a la aurora despierta en tierras gallegas y en toda la tierra hispana las camas se tambalean. Unes desoyen el odio, otres lo follan con pena, y aún hay almazareros que en triunfo se regodean por haber regado el suelo de aceite de malquerencia Ese que cuando lo absorbe la tierra se hace colmena y huyen volando de miedo bellas abejas obreras. La muerte asida a la aurora despierta en tie

Romance a la precariedad laboral del arte

Tengo frío en esta noche. Tengo frío de fracaso y me duele la cabeza y me siento maniatado. El mundo mira mi esfuerzo como pisar el asfalto: inútil sin ser un coche y también innecesario. (Vaya mierda de metáfora ahora que estoy pensando) Y da igual, porque pisar jamás es haber llegado y el camino nunca importa. Pues no alimenta el arado sino el trigo que colectas. No alimenta el cosechado que depende más del suelo, del abono que has echado, que de todas esas horas que te has pasado sudando. Porque no gana quien suda. Porque no ganan las manos si no recogen el trigo. Dadme semillas, ¡Vamos! Que sean buenas. Que crezcan. No me des un suelo malo ni unas malas herramientas; ni me separes del campo, que en el centro no es lo mismo que vivir de todo aislado. Y mi caso es casi bueno pero en mi casa, encerrado sin hoz, abono y semillas si saco trigo es milagro. Todas las hoces, gastadas. Cada semilla, brotando. pero nunca dando frutos Y me estoy desesperando. Y huele a pastel de frutas en cad