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Mostrando entradas de octubre, 2012

La Vida del Alma

Despierto. En aquel momento en el que mis pies pisan el teatro Despierto En aquel momento en el que me siento a observarlo. Despierto. En aquel momento en el que empieza la función Despierto. En el momento en que una frase me llega al corazón. Despierto. En el que descubro y palpo los sueños y su valor. Despierto. En el momento que imagino el escenario por dentro. Despierto. En el momento que siento que se acerca el final. Vivo. En el momento que mi alma toca el aire y respira. Vivo. En el instante en que mis ojos quieren saltar al agua. Vivo. En el instante en que mi sonrisa se desencaja de mis labios. Vivo. En el tiempo que la emoción me invade al oírme Vivo. En el tiempo que el sentimiento empieza a tocarme. Vivo. En el instante que descubro que cuanto vivo es cuanto siento. Vivo. En el instante que veo que el sentimiento es lo que vivo. Grito. Cuando mis desorbitados ojos hablan mudamente a ojos llorosos. Grito. Cuando mis manos revolotean salpicand

El Club de los Mártires

Entre almas de seda, poemas de Espronceda e historias de vidas se esconcen los miembros del Club de los Mártires. Vanos, osados esclavos de la amistad pagada con su vida destinada a protegerse de la muerte entre sus miembros. Vivos mártires dan su vida en vida para poder sanar las heridas de un compañero tras un desliz. Los amigos mueren por sus amigos. En este amistoso club no mueren por ellos: les salvan por si deben volver a hacerlo. Invitados de lujo a su eterna fiesta. Si te quedas dentro serás condenado a dar la vida por quien la da por ti. Nadie muere en este club. Falaces mártires que dan su vida pero no pueden morir. No podrían cumplir como amigos si no pueden vivir. La amistad y el amor son lo mismo en este club. Se entrega todo por todos. Obsesiones y desconfianzas se desvanecen en la nada. ¿Dónde está este club? Entradas gratuitas para todo corazón dispuesto a amarlo todo incluso sin recibir perdón. ¿Dónde está este club? Hor

El Presidiario

Me han cogido. Estoy solo... Estoy solo en mi cárcel. Lloro... Desde aquí me veo. Veo como sonrío por fuera y grito por dentro. Veo los barrotes de mi celda Mi celda está abierta pero no veo el pasillo. No puedo escapar a la nada. Veo almas rotas y delirios. Sonrisas que encierran problemas como estoy yo encerrado ahora mismo. El carcelero me burla desde ese horrible espacio negro. Dice que no saldré. Dice que porque no puedo. Pego puñetazos a esos barrotes. No quiero que me encierren. Ya sólo me hago daño. La puerta abierta se cierra porque los golpes la van vibrando. Querer romper tus límites es hundirte y seguir luchando. Me hundo. Me caigo. Todo era más fácil llorando y pensando. Antes, al hablar, ellos me hacían daño ahora soy yo quien cree que les hace daño. Pensando recaigo en olvido. llorando olvido mi futuro. Mi vida va bien por fuera pero es cuestión de tiempo que se cierre la puerta. Si la puerta se cierra sé que ya no se abrirá

Carta Anti-Sentencia

Tirando del suelo hacia el cielo me hago callos en los dedos que sangran lágrimas. Tirando del suelo hacia el suelo me agacho y me muero. Demasiadas lágrimas en verano Demasiadas cicatrices. Demasiados temas no resueltos. Demasiada consecuencias que trae la ausencia de uno mismo. Eres tú quien me hace ser como soy cuando estoy contigo. Sólo tú, hermanita, no me has conocido. Solo tú frenas mis acciones y juzgas mis palabras. Sólo tú eres incapaz de mirarme a los ojos: tratarme como un desconocido y al rato venir como si nada hubiera pasado. Sólo tú eres culpable de que siempre me haya echado la culpa por ti. Es irónico que lo primero que hagas cuando te pido que no me juzgues es juzgarme. Es irónico que seas siempre la primera: la primera en escucharme y la primera en ignorarme. Hecho de menos tu sonrisa (quizá por que nunca la veo) envidio a quien se la regalas y me sobran tus desenfrenos. ¿Por qué importa tanto el sitio donde estemos? ¿Por qué co

Soneto Musical por Encargo

¡Sopla! Sopla y nunca pares de hacerlo. Puedes componer con todo instrumento. Con violín a la cuerda y flauta al viento (con una lata también es fácil verlo) Es fácil. Sólo debes de creerlo Tu cuerpo fluye. Propio el movimiento. "Todo vale al expresar lo que siento" "Todo es muy fácil si puedo saberlo" Toca la guitarra. Haz una canción. Haz vibrar las cuerdas, no esperes. Hincha los pulmones, ponte en acción. Siente cada nota. Cualquiera puede. Vive la música con tu pasión. Siente cada nota. Tu alma sí quiere. (Para Gloria )

Un Dulce día en Suburbia

Psicótico. Psicosis. Sí. Es tu hora. Grande la calle y pequeña la población en una noche roja y de luna llena. Teñida de sangre de un sabor amargo y lacrimoso. Oscuro y amargo. Transparentes tus miembros rendidos y desechos en el suelo, donde moría hasta la mala hierba entre el asfalto. Te acercaste confiado y decidido a un destino incierto. Fue entonces. Psicótico. Psicosis. ¡Si! Fue entonces cuando un gato ennegrecido vio desgarrarse tu cuello y tu pecho, y una farola, manchada, emitía luz roja en vez de blanca, como lo que quedó de tu faz, ya deforme, pero en este caso sin vida. Bienvenido a este dulce infierno. ¡SI! A este infierno al que cruzaste incauto al pasar la esquina. ¿Te gustaba el reflejo de mi machete? A mi me encantaba.

¡Hipócrita!

¡Hipócrita! ¿Sabes qué es eso? No conocerte ¡Hipócrita! ¿Sabes qué es eso? No quererte. ¡Hipócrita! ¿Sabes qué es eso? No pensarte. ¡Hipócrita! ¿Sabes qué no es eso? Creertelo todo. ¡Eh, tú, hipócrita! ¡Deja tu maldito peso y levántate del suelo!

Cambiemos los Horarios

Cambiemos los horarios. De de otoño a invierno. De primavera a verano. Cambiemos los horarios. Del día a la semana y del mes al año. Cambiemos los horarios De llenar los ataúdes a quemar sus candelabros. Cambiemos los horarios De luchar contra los sueños a luchar contra malos cambios. Cambiemos los horarios. De adorar el reggaeton a adorar un buen cuadro. Cambiemos los horarios. Hacia un beso con amor y no cualquiera en un baño. Cambiemos los horarios. ¿Hay algún reloj que marque cuánto ha cambiado? Cambiemos los horarios. ¿Los cambiamos? Quizá los hayamos cambiado Cambiemos los horarios. Seamos felices. Dejemos calvarios. Cambiemos los horarios. O mejor dicho. ¿Los necesitamos? Quitemos los horarios. Qué pena... Mi reloj se ha parado.

Contra un Espejo

No hay peor celda que uno mismo. al mirarme al espejo no me reconozco. Mi infancia se repite con otros nombres, otra gente. Se repetirá mientras palpite la desconfianza de mi alma. Me miro al espejo. Me veo y me extraño. Extraño no que ver lo que veo y que ello me haga daño. Me miro al espejo y no veo una buena persona. Miro mi alma concreta y la bondad no demora. La lucha contra mis defectos me ha quitado mucho tiempo. La lucha contra mi mismo ha creado otra persona. Sentir y no expresar es el auténtico problema. No sentir para pensar una nueva estratagema. Nunca vi que era mi enemigo Siempre creí ser mi mejor amigo. Mi alma ya no escucha lo que digo. Mi mente ha nublado mi destino. Nadie sabe cuál es mi lucha. Nadie cree. Nadie escucha. Nadie conoce el fin de mi lucha pues es mi reflejo quien me rehúsa.