¡Hipócrita!
¿Sabes qué es eso?
No conocerte
¡Hipócrita!
¿Sabes qué es eso?
No quererte.
¡Hipócrita!
¿Sabes qué es eso?
No pensarte.
¡Hipócrita!
¿Sabes qué no es eso?
Creertelo todo.
¡Eh, tú, hipócrita!
¡Deja tu maldito peso
y levántate del suelo!
¿Sabes qué es eso?
No conocerte
¡Hipócrita!
¿Sabes qué es eso?
No quererte.
¡Hipócrita!
¿Sabes qué es eso?
No pensarte.
¡Hipócrita!
¿Sabes qué no es eso?
Creertelo todo.
¡Eh, tú, hipócrita!
¡Deja tu maldito peso
y levántate del suelo!
Lo veo como si le faltara qué decir, se queda corto para todo lo que quieres decir.
ResponderEliminarNo hace falta, de hecho lo he escrito así aposta. No es un poema que cuente una historia, no es un poema que necesita de una, simplemente, es un poema para quién se de por aludido sienta lo que quiere decir. Por aludido se puede dar cualquier persona que haya sentido alguna vez lo que dice en las primeras estrofas del poema.
ResponderEliminarAgradezco tu crítica. En cualquier caso, la tengo en cuenta. =)