Es delicioso, terso, perfume de violeta, suave, jovial el deseo. Es divertido. Degustar emociones y pensamientos por la piel y los ojos y que se digieran por todo el sistema psíquico: de la Corona a la Raíz; de aureola de paraíso a carne de pecado. Todo la mar de humano. Un abrazo o dedo huidizo hacia los suricatos curiosos que esconden las piernas. Un beso apasionado a una emoción de endredón que pulse el corazón a vuelapluma pero que dé somnolencia y ternura. Amistad amor necesidad de sentirse vivo; de irradiar más que las farolas de las calles juntas. Fluidez del alma por la piel hasta una entraña. Obligación de divertirse sobre la cuerda floja que ata y tensa, por un lado, la vida y, por otro, la huida del peligro. Y obligados nos pongamos a vivir. Y al caer de un extremo al otro de la cuerda –cayendo, sí, en horizontal–, si es la vida el destino, el sexo, el amor y la vida misma
Un blog de escritura. De letras que vuelan y no saben adónde. Pero te digo de corazón que todo tiene alma aquí.