VÍM.— ¿Me quieres? ZAPOMENOUT.— ¿Para qué? (Pausa.) No. VÍM.— Es que sino me voy a morir ZAPOMENOUT.— No se puede morir de soledad. VÍM.— Sí se puede. Yo me he muerto muchas veces. ZAPOMENOUT.— (Sarcástico.) Entonces, ¿qué haces aquí? VÍM.— Zapomněl jsem. ZAPOMENOUT.— No deberías olvidar esas cosas. VÍM.— Vím. ZAPOMENOUT.— Sé que lo sabes, pero te da igual. VÍM.— (Francés.) Non! Ça ne m'est égal pas. ZAPOMENOUT.— ¿Que no te da igual? Entonces ¿por qué vienes aquí y me pides quererte en vez de buscar porque quieres que te quiera?. VÍM.— (Turco.) BiliMIyorum ZAPOMENOUT.— Sí lo sabes. VÍM.— (Checo.) Ne! (Alemán.) Nein! (Inglés.) No! (Polaco.) Nie! (Turco.) Hayır! ¡NUNCA! Se oye el eco. VÍM.— Nevím... Nerozumím... Nic... ZAPOMENOUT.— Normal que no entiendas nada. Y siquiera eres coherente en tu forma de hablar por fuera. ¿Cómo vas a serlo por dentro? Así no hay quien se organice el alma. Deberías de tener un calendario en el que cada... yo qué sé, cada doming
Un blog de escritura. De letras que vuelan y no saben adónde. Pero te digo de corazón que todo tiene alma aquí.