Ir al contenido principal

Un intento de abarcarme

Hoy he abierto el porno
y quería entenderme con un poema.
Pero algo de mí suena a lo-fi,
a grano gris en el televisor,
a polvo

No. Yo, ya no me escondo:
que ya no me gustan las despedidas.
Antes era lindo lo romántico.
Ahora echar de menos siempre me gana
y añoro.

Bueno, me escondo un poco:
no son solamente las despedidas.
Es el miedo y hambre de lo íntimo:
y a perderlo con dolor y desdén,
sin gozo.

Hay un atasco al fondo
de mí. Algo palpita. Es algo serio,
confuso pero prístino, seco,
orondísimo, imperfecto y nostálgico.
Es hondo.

Es que el amor lo es todo
pues convierte en él todo lo que toca
pues de la nada saca sentido
¿Pero y yo por qué hablo de amor ahora?
¿Soy tonto?

Sin comprender, me arrojo
a una cascada que tenía dentro.
Me mojo buscando en cada gota
el sentido, y aún así, no lo encuentro.
No hay modo.

Me aburro. Me despojo.
de todo. Me aburro de mí. Me rindo.
Quiero mi mecedora de pueblo,
morirme en ella y que siga meciendo
mis ojos.

Mece-... ¿qué? Estoy loco
¿Cómo que "mi mecedora de pueblo"?
¡No tengo pueblo! ¿Quién soy? Quizá
soy muy grande por dentro y aún no me
conozco.

Vacío. Ni oro o lodo
quiero ya en lo hondo de mi pensamiento.
Y estoy cansado y ya no me duermo
y no me muero, y ni siento. Y así
con todo.

Creo que me siento solo.
Me habitan y se evitan como liebres
la confusión y el amor, que corren
y oigo el ruido de sus patas en mi alma.
Les cojo,

les grito "¡Parad, coño!"
y con cara asustada me responden
con "miau" de gatos, e "ytryp" de grifos.
No entiendo. Les suelto y salen corriendo.
Yo imploro:

"¡Hacedme caso!". Y lloro
porque es en vano: aún no me entiendo.
Poetizar me abstrae, pero también...
también... ¿me está acercando a lo que siento?
¿A todo?

Si no quiero riendas: porros
Lo sé. Y cajas de estrellas. 
Y desiertos. Y mandíbulas
Besos de besos hechos de abrazos hechos de ojos.
Metal que resplandece, que se admira y que alucina.
Soy oro.

Si no quiero bondad: piojos.
Lo sé. Y piel de cristales.
Onicofagia. Y tormentas.
Cortes de cortes que son rechazos hechos de ojos.
Todo roto como el agua y hecho también como ella.
Soy lodo.

Y sé que soy como un loro:
Repito, y eso lo rumio.
Y vomito lo que digo.
Y quiero ser y no ser. Y ser lógico y no ser.
Y ser mágico y no ser, Y ser la muerte y no ser.
Porque muy a mi pesar
soy todo.

Imagen de GLady en Pixabay 

 de ©Shathu Entayla

Comentarios

Popular Posts

Amores singulares, en plural

Y mirarte a los ojos y morirme de hambre por querer abrazarte por bailar en tus lirios. Porque yo codicio  almas con la piel y no es lo mismo que codiciar solo las pieles. Porque quiero el calor que dan y no la sangre que tienen. Porque un alma sin viajar  a ninguna piel pertenece. Yo pertenezco a quien me quiere. Y viajo de mí para tí. Quiero anidarme en tí  como el rocío a la tierra como el calor a la piedra como un romance en abril Quiero enternecerme en soñar tu cobijo. Quiero enternecerme en ti y eso elijo. Quiero que seas ese lugar donde perderme y bailar sin pasadizos. No sé quién serás, y no importa. Si me amares, es lo mismo. Pero luego te miraré reflejando tu amor porque, aunque para ser amado todo cariño es prolijo, tu color para amarme cambiará los ojos con que te elijo. Ven a besarme y a abrazarme y viajaré rápido al suicidio. Porque matarme por elegir amor no es más que vivirme en otro sitio. Ámame, que eso quiero. Que cuando falta, de amor, alivio todo los ...

Oración al cansancio

Para poner en pausa el reloj de la máquina  y despertar con dulzura al espíritu. Para sentir el placer que da el tiempo sin cronómetro  el tiempo sin destino; el vivir en sí mismo. Para apreciar los minutos y sus segundos el continuo sin discretos y el corazón que nunca paró de latir. Para honrar al cansancio (¡oh cansancio!) que nos permite contemplar en vez de hacer; que nos permite sentir en vez de evitarnos; que nos permite jugar en vez de optimizar. Para que el tiempo sin sentido, dé sentido. Para no caer en la tentación  de darle uno. Para parar para sentir para apreciar para contemplar para jugar. Ahora oro para que el tiempo sólo sea tiempo. Kha feijôl. Imagen de Ola Dapo  en Pexels  de ©Shathu Entayla

Tener libido es de aliens

Leo una novela erótica. Me enternece la complicidad. Se ponen a follar. Me pongo nervioso. No cachondo, no. Nervioso como el gerbo que huye. Leo el polvo como leo un epitafio y me fuerzo a acabar el capítulo. (Aunque los nervios no querían). Una, tiene un orgasmo: vital y místico. Otro, no se corre pero: vital y místico. Se despiden. Se besan . Me enternece la complicidad. Acaba el capítulo. Cierro el libro. ... Me entran ganas de llorar. Acabo de leer sobre aliens. Los aliens no son de mi especie. Funcionan distinto. ... Me entran ganas de llorar. porque yo antes era un alien. Siento que nunca he follado. La parte de mi que folla se ha roto. Siento que nunca he querido hacerlo cuando siempre tuve luciérnagas en los ojos con los que miro todo. Algo de mi alma se ha roto. Y estaba en mi cuerpo. Y, dentro de mi cuerpo, en mis ojos. Algo de mi alma se ha roto. Algo vital y místico, como en ese polvo, que ahora es polvo de mis ojos. de ©Shathu Entayla