Cuando oigo escaparse al amor
de pronto me siento solo.
Como vacío.
Como lleno de aire viciado.
Como sombrío.
Siento que no me siento.
Confundido.
Siento ansiedad, añoranza,
alivio.
¿Alivio de qué?
¿Acaso sentirme muerto
por no sentir es alivio?
¡Sí! ¡Así es! ¡Muerto!
Me siento, sin amor, muerto.
La añoranza: seguro que es
por ese amor que pierdo.
La ansiedad: será la pena
de ver al amor partiendo.
Pero algo se resiste en mí a perderlo.
¿Será el amor que queda?
¿Será el miedo
que condena la soledad
en mi pecho?
¿Será que te quiero ahora
y ahora
no lo siento, por temerlo?
Temerlo.
¿Por qué temer al amor
me pregunto?
¿Por qué temo lo que ya estoy haciendo?
Amar, me refiero. Pues amo
y eso quiero.
Quiero amar. Y amo. Y por ello
cuando veo
huír de mí al amor
no comprendo su partida.
Si amo al amor con mi vida…
Si amo amar, en general,
¿por qué se va?
¿Por qué mientras escribo sobre su partida
lo siento regresar?
Quizá… busco demasiadas razones.
Quizá sea culpa.
Quizá me apetezca cenar recuerdos
en vez de conseguir más
ahora. Quizá es falta de apetito
de mostrar amor.
Quizá también es falta de apetito
de tomarlo.
Quizá. Quizá. Quizá esto
no son más
que conjeturas por una mala racha
pero quizá
sean las excusas de un corazón que se marcha.
Quizá te ame, te quiera
y eso tema,
y el miedo protege mi amor
y lo condena
a la soledad más profunda
que puede.
Quizá por ello
me siento solo sin amar.
Quizá busco fuera
deshacerme del amor que llevo.
Quizá no quiero
amar más. Quizá lo tema.
O sea sólo la soledad
haciendo de las suyas en mi puerta
colándose en mí, y tapando mis ojos
para que amor no llegue fuera, a ti.
Y quizá la ansiedad sea
mi voluntad presionando los tapones
con todas mis cardíacas fuerzas.
Quizá quiera quitar
los tapones que encarcelan.
Quizá no. Y quizá necesite
coger fuerzas paralelas
para vencer lo que vence
al amor que me completa.
Quizá quiero tanto tu amor
que por defenderlo tanto
me quedo sin fuerzas.
Quizá la soledad que siento
no sean más que sobreesfuerzo
por mantenerlas.
Quizá necesito descansar de amor
para amar más y con más fuerza.
Quizá perderte
no me compensa.
Quizá perderte
yo no quiera.
Quizá no tenga nada claro.
Quizá la nada he destilado
con este poema.
Quizá sé claro lo que siento
al destilarlo
y, por no haberlo releído aún,
no lo sepa.
Quizá quiera decirte que te quiero
sin los “quizás” que me asoleran.
de pronto me siento solo.
Como vacío.
Como lleno de aire viciado.
Como sombrío.
Siento que no me siento.
Confundido.
Siento ansiedad, añoranza,
alivio.
¿Alivio de qué?
¿Acaso sentirme muerto
por no sentir es alivio?
¡Sí! ¡Así es! ¡Muerto!
Me siento, sin amor, muerto.
La añoranza: seguro que es
por ese amor que pierdo.
La ansiedad: será la pena
de ver al amor partiendo.
Pero algo se resiste en mí a perderlo.
¿Será el amor que queda?
¿Será el miedo
que condena la soledad
en mi pecho?
¿Será que te quiero ahora
y ahora
no lo siento, por temerlo?
Temerlo.
¿Por qué temer al amor
me pregunto?
¿Por qué temo lo que ya estoy haciendo?
Amar, me refiero. Pues amo
y eso quiero.
Quiero amar. Y amo. Y por ello
cuando veo
huír de mí al amor
no comprendo su partida.
Si amo al amor con mi vida…
Si amo amar, en general,
¿por qué se va?
¿Por qué mientras escribo sobre su partida
lo siento regresar?
Quizá… busco demasiadas razones.
Quizá sea culpa.
Quizá me apetezca cenar recuerdos
en vez de conseguir más
ahora. Quizá es falta de apetito
de mostrar amor.
Quizá también es falta de apetito
de tomarlo.
Quizá. Quizá. Quizá esto
no son más
que conjeturas por una mala racha
pero quizá
sean las excusas de un corazón que se marcha.
Quizá te ame, te quiera
y eso tema,
y el miedo protege mi amor
y lo condena
a la soledad más profunda
que puede.
Quizá por ello
me siento solo sin amar.
Quizá busco fuera
deshacerme del amor que llevo.
Quizá no quiero
amar más. Quizá lo tema.
O sea sólo la soledad
haciendo de las suyas en mi puerta
colándose en mí, y tapando mis ojos
para que amor no llegue fuera, a ti.
Y quizá la ansiedad sea
mi voluntad presionando los tapones
con todas mis cardíacas fuerzas.
Quizá quiera quitar
los tapones que encarcelan.
Quizá no. Y quizá necesite
coger fuerzas paralelas
para vencer lo que vence
al amor que me completa.
Quizá quiero tanto tu amor
que por defenderlo tanto
me quedo sin fuerzas.
Quizá la soledad que siento
no sean más que sobreesfuerzo
por mantenerlas.
Quizá necesito descansar de amor
para amar más y con más fuerza.
Quizá perderte
no me compensa.
Quizá perderte
yo no quiera.
Quizá no tenga nada claro.
Quizá la nada he destilado
con este poema.
Quizá sé claro lo que siento
al destilarlo
y, por no haberlo releído aún,
no lo sepa.
Quizá quiera decirte que te quiero
sin los “quizás” que me asoleran.
"The kiss" de Man Ray |
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