Ir al contenido principal

Inocente Opinión

Acababa de terminar la clase de Educación Física (que no "Gimnasia") cuando la profesora me mandó a llevar las pelotas con las que habíamos jugado el torneo a la sala de materiales.

Llevaba unos días preocupado. Soy actor, escritor y artista, y últimamente me estaba planteando muy mucho sí ese destino que tenía ideado para mi vida iba a ser posible, pues era el mismo que esas aficiones, y el mundo tal como está, si ya es difícil una meta como esa, en estos tiempos, más aún.

Mucha gente me decía y dice que tanto canto como actúo bien, incluso gente con nivel y que está en ese mundo, pero necesitaba algo que me hiciese salir del hondo hoyo que yo mismo, bajo mi impaciencia y desesperación limitadas e infundadas por mí mismo, estaba creando en mi autoestima y confianza. Lo que se suele llamar "crisis existencial": que una cosa lleva a la otra y bueno, ya se sabe...

El caso es que me dirigía hacia allí, bajando la rampa hasta la zona de Educación Primaria, el primer patio, cuando un niño, al que no conocía de nada, me mira expectante y con la vista clavada una fracción de segundo: el tiempo que necesitas para leer una mirada. El niño se dirigió a mi diciendo: "¡Eh, tú!". Tan amable como educadamente, acepté su conversación.

- Dime, pequeño.
- Oye, tu eres el que hace teatro, ¿verdad?
- Sí.
- Lo haces muy bien.
- Gracias.

Seguí hacia la sala de materiales mientras me daba cuenta de que había encontrado ese "algo" que necesitaba.


Comentarios

  1. Ooooh que cuuucooo no? es real?
    que maajo
    P.d: cruella de vill

    ResponderEliminar
  2. ¡Síii! Es real... Y la verdad es que me emocionó mucho. A veces creo que la inocencia es lo más poderoso que existe, aunque no soy el primero en afirmarlo, desde luego.

    Fue genial =).



    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Popular Posts

Amores singulares, en plural

Y mirarte a los ojos y morirme de hambre por querer abrazarte por bailar en tus lirios. Porque yo codicio  almas con la piel y no es lo mismo que codiciar solo las pieles. Porque quiero el calor que dan y no la sangre que tienen. Porque un alma sin viajar  a ninguna piel pertenece. Yo pertenezco a quien me quiere. Y viajo de mí para tí. Quiero anidarme en tí  como el rocío a la tierra como el calor a la piedra como un romance en abril Quiero enternecerme en soñar tu cobijo. Quiero enternecerme en ti y eso elijo. Quiero que seas ese lugar donde perderme y bailar sin pasadizos. No sé quién serás, y no importa. Si me amares, es lo mismo. Pero luego te miraré reflejando tu amor porque, aunque para ser amado todo cariño es prolijo, tu color para amarme cambiará los ojos con que te elijo. Ven a besarme y a abrazarme y viajaré rápido al suicidio. Porque matarme por elegir amor no es más que vivirme en otro sitio. Ámame, que eso quiero. Que cuando falta, de amor, alivio todo los ...

Un soneto de tres

Por hoy somos tres. Madre, padre e hijo. Aunque no siempre fuimos tres, pues fuimos cuatro. Luego el desahucio que vivimos. Tres vivimos el vivir sin cobijo. Aquí somos tres. Madre, padre e hijo con vidas distintas que distinguimos viviéndolas. Juntos y no. Y es un timo de envejecer y el tiempo, que no elijo. Algún día tres serán dos, y dos, uno. De pronto "juntos" pasará a ser "no". Poca cifra hay entre "juntos" y "ninguno". De un algo que estuvo y se marchó el uno que quede será el "alguno". Uno entre paredes de lo que amó. Imagen generada con Flash 2.0 (Google)  de ©Shathu Entayla

Tener libido es de aliens

Leo una novela erótica. Me enternece la complicidad. Se ponen a follar. Me pongo nervioso. No cachondo, no. Nervioso como el gerbo que huye. Leo el polvo como leo un epitafio y me fuerzo a acabar el capítulo. (Aunque los nervios no querían). Una, tiene un orgasmo: vital y místico. Otro, no se corre pero: vital y místico. Se despiden. Se besan . Me enternece la complicidad. Acaba el capítulo. Cierro el libro. ... Me entran ganas de llorar. Acabo de leer sobre aliens. Los aliens no son de mi especie. Funcionan distinto. ... Me entran ganas de llorar. porque yo antes era un alien. Siento que nunca he follado. La parte de mi que folla se ha roto. Siento que nunca he querido hacerlo cuando siempre tuve luciérnagas en los ojos con los que miro todo. Algo de mi alma se ha roto. Y estaba en mi cuerpo. Y, dentro de mi cuerpo, en mis ojos. Algo de mi alma se ha roto. Algo vital y místico, como en ese polvo, que ahora es polvo de mis ojos. de ©Shathu Entayla