Ir al contenido principal

Lo que me pasa al echarte más de menos


Hace mucho que no escribo versos
(al menos como los serán estos)
Y no serán tan alegres como siempre
(aunque eso no signifique que sean menos)

Suelo decirte lo mucho que te amo,
lo que te quiero,
lo que te echo de menos,
lo que te extraño...

Te he pedido perdón
y en más de una ocasión
(por desgracia para los dos)
porque aguantes dolor
que no debes aguantar.
Lastres que no deberías llevar
y lo sabes, por mucho que lo hagas.

No sé si darte las gracias o pedirte perdón,
por ello quizá es que deba darte las dos.
Gracias por amarme,
y perdóname por hacerte llorar.

Sé que para ti valgo la pena.
Sé que te compensa cuando dudo de mi
aunque eso signifique intuir
que por cosas que no sé describir
digo que mi amor por ti
ya no te llega.

Sé que cuando gritas “te amo”
a los cuatro vientos,
y te contesto,
ambos estamos en lo cierto
diciéndolo.

Pero echarte de menos…
No lo soporto.
No sé describir lo que siento.
Quizá por no sepa en realidad
todo cuanto estoy sintiendo.

Sólo quiero que sepas
(aunque nunca lo has dudado)
que si te digo una vez que te amo,
nunca dejaré de hacerlo.
Por mucho que diga que no lo hago
y que crea que estoy mintiendo.

Porque no sé cómo no amar
a quien quiero.
Ese es mi umbral entre querer
y el sentimiento
de amar a alguien por quien
me entrego.

Y este poema desordenado
desmedido e incompleto,
se completa como mi alma
al saber que me amas;
al estar en lo cierto.

Me voy ordenando con el tiempo
pero nunca lo haré del todo
y, ¿sabes por qué?

Porque cada día de mi vida
no te puedo amar igual que lo hice ayer
Pues encontrar nuevas maneras
de amarte cada día
es mi verdadero placer.

Echarte de menos es una de ellas,
aunque pueda doler,
pero pase lo que pase,

te esperaré.

Comentarios

Popular Posts

El espacio en que fui tuyo

Así me miras como si sólo fuera tuyo. como si mi carne y cómo respiro vivieran sólo en tus dominios, como si yo pudiera salir pero fuera quedarme lo que elijo. Me miras como vestida con un traje de prodigio  que dejan vida y libertad a un lado En el que elegí que ya no elijo. Me miras como si solo fuera tuyo. Me miras como si así siempre hubiese sido. Empiezas con uñas como espadas, y me pegas y, sin querer, grito y ese grito y que lo pares pido porque no quiero gritar más pues no gritar más es quitarme ya una libertad que ahora no preciso aunque es precisamente por libertad  (aunque sin parecer verdad) por lo que grito. Me miras como si me crearas  y yo te creo y te doy las gracias. Me cuidas cuando me atrapas. Me haces temerte cuando me amas. Y esas aguas contrarias, que me hacen a mi llorar otras aguas, flaquean el báculo de tus manos y viendo que me rompes, amenazas con parar el viaje hacia el espacio más cercano al ser sin ser hacia el que estábamos andando: a un tra...

Recuerdos como noches

Cuando la noche se asienta, cuando el día se termina, cercan los horizontes de mis ojos los recuerdos. Esos que veo junto a la estela de mis pasos. Cuando la noche se asienta y su silencio se posa afloran pensamientos en mi mente: los recuerdos  a los que temo. Junto a la estela de mis pasos. Porque mis recuerdos se me aferran como a la piel, cicatrices, como a la retina, luz como al esperar, el tiempo. Puede ser que sean bellos esos recuerdos. Aún me inquietan. Hay carcasas bellas con adentros feos. Porque mis recuerdos se me aferran como la corriente al nervio, como la mano al puñal, como el párpado a lo visto. Y sé bien perderme en ellos —en los recuerdos que son veneno— incluso más que en todos mis pasos mismos. Imagen hecha con Leonardo AI  de ©Shathu Entayla

Un soneto de tres

Por hoy somos tres. Madre, padre e hijo. Aunque no siempre fuimos tres, pues fuimos cuatro. Luego el desahucio vivimos. Tres vivimos el vivir sin cobijo. Aquí somos tres. Madre, padre e hijo con vidas distintas que distinguimos viviéndolas. Juntos y no. Es un timo de envejecer y el tiempo, que no elijo. Y un día tres serán dos, y dos, uno. De pronto "juntos" pasará a ser "no". Y poco hay entre "juntos" y "ninguno". De un algo que estuvo y se marchó el uno que quede será el "alguno". Uno entre paredes de lo que amó. Imagen generada con Flash 2.0 (Google)  de ©Shathu Entayla