Estoy harto de decir que tengo miedo
pero nunca he conseguido vencerlo.
Malas cartas que se tienen que jugar
porque así lo dicta el mismo juego.
Malos augurios y llamadas del ego
que un día podrían acabar mal.
Quizá sea cierto que me puede ese miedo
pero sólo puede, en el fondo, si yo quiero
y consigue vencer mi voluntad.
Una lucha que nunca espero:
en ambas cabezas flechas de arqueros
y uno de los dos, morirá...
pero nunca he conseguido vencerlo.
Malas cartas que se tienen que jugar
porque así lo dicta el mismo juego.
Malos augurios y llamadas del ego
que un día podrían acabar mal.
Quizá sea cierto que me puede ese miedo
pero sólo puede, en el fondo, si yo quiero
y consigue vencer mi voluntad.
Una lucha que nunca espero:
en ambas cabezas flechas de arqueros
y uno de los dos, morirá...
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