Ir al contenido principal

Blanco y Negro

Iba paseando, aislado por la calle. De noche. Con esa repentina sensación del olvido que viene cuando desvías tu conciencia a tus sentidos, mirando al suelo, u oyendo los coches, por ejemplo.

Tenía un cuaderno en mi mano. Me representaba muy bien. Yo era un tanto bipolar. Tenía la portada en blanco y la contraportada en negro. Siempre iba abrazando el cuaderno, donde contaba y guardaba mis historias y mi diario, incluso. Me gustaba abrazar la portada por el lado blanco hacia mi. Sentía que las cosas que escribía eran más personales. Mas mías.

Hasta que un día vi a unos niños jugando en un parque. Al principio me desbordó una sonrisa acompañada de unos cándidos ojos marrones que me miraban. No pude evitar sonreír ante su inocencia. ¡Estos niños...!

De pronto, el niño se acercó mirando mi cuaderno con la inquietud propia de un niño y me dijo 
-"¿Qué llevas ahí?"
-"Un cuaderno. Escribo a menudo".
-"¿Puedo verlo?" 
-"Sí, claro"
Giré el cuaderno y fui a abrirlo para que lo viera. En ese momento me dijo:
-"¡Hala! ¡Cómo mola la portada!"
Me quedé algo desconcertado. No puede evitar reírme. 

Estuve un rato con ellos y al poco me fui. Me di cuenta que esta vez estaba abrazando el cuaderno hacia el lado contrario. Así me lo había dejado el niño.

Me dio por leer mi "gran portada" y ver sus dibujos. Los dibujos eran todos motivos y símbolos míos que significaban algo para mi. Algunos ni recordaba qué significaban. Me dí cuenta que ese cuaderno llevaba diez años conmigo. Hasta le puse nombre al mismo, se llamaba "Mis Historias". Un nombre original, ¿no? También tenía un subtítulo en el que ponía "(...lo que hay en mi interior...)".

No recordaba que había puesto eso... Hacía mucho que no veía la portada de mi cuaderno como tal. Quizá sea por haber mostrado siempre la contraportada.


Comentarios

  1. es algo rallante pero se termina entendiendo.
    Es increible la de historias que te pasan con niños, esta tambien es real?
    cruella de vill

    ResponderEliminar
  2. Jajaja... Esta no del todo. Lo que pasó realmente es que el niño y el hombre del cuaderno, ambos eran yo mismo, y fue el cuaderno mismo el que me hizo ver eso.

    Vine de teatro, haciendo Godspell, y me sentía como un niño. Me daba algo de vergüenza que la gente mirase mi libreto por un momento y lo tenía por la parte de atrás. Pensé "¿Por qué hago esto? Al final se me va olvidar lo bueno de mí mismo" y le di la vuelta al libreto.

    Luego escribí esto =) xD.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Popular Posts

Amores singulares, en plural

Y mirarte a los ojos y morirme de hambre por querer abrazarte por bailar en tus lirios. Porque yo codicio  almas con la piel y no es lo mismo que codiciar solo las pieles. Porque quiero el calor que dan y no la sangre que tienen. Porque un alma sin viajar  a ninguna piel pertenece. Yo pertenezco a quien me quiere. Y viajo de mí para tí. Quiero anidarme en tí  como el rocío a la tierra como el calor a la piedra como un romance en abril Quiero enternecerme en soñar tu cobijo. Quiero enternecerme en ti y eso elijo. Quiero que seas ese lugar donde perderme y bailar sin pasadizos. No sé quién serás, y no importa. Si me amares, es lo mismo. Pero luego te miraré reflejando tu amor porque, aunque para ser amado todo cariño es prolijo, tu color para amarme cambiará los ojos con que te elijo. Ven a besarme y a abrazarme y viajaré rápido al suicidio. Porque matarme por elegir amor no es más que vivirme en otro sitio. Ámame, que eso quiero. Que cuando falta, de amor, alivio todo los ...

El resquebrajo

Y de pronto el resquebrajo que ya sentía sólo sirve para acabar de romperme, y los pedazos de mí se clavan en mi capacidad de dormir, de sonreír y de querer la vida. Yo, que siempre fui la Antígona que va a morir por lo que le importa pero que se desnuda para sentir el aire frío y sentir que está viva. Yo, la Antígona, que muere cuando su hermano muere por segunda vez, está vez en el destierro de su cadáver. Yo, como ella, muero. La vitalidad de Antígona se va en su muerte. Su muerte es su muerte. Pero mi muerte es la vida.  El resquebrajo es como un desprendimiento: había indicios, pequeñas señales que el monte iba a caerse, pero de repente se cae, y parece que nunca hubo aviso. O que daba igual que lo fuera, porque era inevitable. Parece un capricho de Dios. Parece que no había nubes de tormenta. Pero, de repente, todo es barro, todo es polvo. Todo es hiel. El resquebrajo ya no es tal. Ya estoy roto. Como están rotas las conchas de mar llevadas por el agua. Como el mimbre cuando ...

Tener libido es de aliens

Leo una novela erótica. Me enternece la complicidad. Se ponen a follar. Me pongo nervioso. No cachondo, no. Nervioso como el gerbo que huye. Leo el polvo como leo un epitafio y me fuerzo a acabar el capítulo. (Aunque los nervios no querían). Una, tiene un orgasmo: vital y místico. Otro, no se corre pero: vital y místico. Se despiden. Se besan . Me enternece la complicidad. Acaba el capítulo. Cierro el libro. ... Me entran ganas de llorar. Acabo de leer sobre aliens. Los aliens no son de mi especie. Funcionan distinto. ... Me entran ganas de llorar. porque yo antes era un alien. Siento que nunca he follado. La parte de mi que folla se ha roto. Siento que nunca he querido hacerlo cuando siempre tuve luciérnagas en los ojos con los que miro todo. Algo de mi alma se ha roto. Y estaba en mi cuerpo. Y, dentro de mi cuerpo, en mis ojos. Algo de mi alma se ha roto. Algo vital y místico, como en ese polvo, que ahora es polvo de mis ojos. de ©Shathu Entayla