Ir al contenido principal

La Receta de la Alquimia

Muchas veces has creído
que penurias has vivido
y no te equivocabas
si realmente pensabas
que así ello ha sido.

Podrás dormir, despertar,
podrás pegar, encajar
podrás amar o sufrir
podrás morir, malvivir
ser feliz u odiar.

Pero nunca olvides
que todo lo que TÚ vives
ocurre por una razón.
No siempre será devoción
si simplemente lo pides.

En Siguiente instancia
no te quedes en Babia.
Estate siempre alerta
de mantener lo que te atormenta
a la posible distancia.

Tú procura disfrutar
y jamás olvidar
que no siempre puedes hacer
pero siempre puedes vencer
a lo que te hace llorar.

Aprovecha todo el calor
y de tu gente el amor.
Tírales tus escombros,
apóyate en su hombro
y haz colonia tu hedor.

Utiliza tus miradas
bellamente felicitadas.
Usa tus bellos ojos
como el mejor despojo
de la peor estocada.

Suaviza, alisa,
(y esto va a misa)
no olvides emplear
y recuerda no olvidar
el valor de una sonrisa.

Comentarios

  1. Oooh! que bonitoo

    Muchas cosas que contiene el poema son muy ciertas y nunca dabes olvidarlas (procura disfrutar, puedes vencer a lo que te hace llorar, sonrie, aunque debes estar alerta) esto es muy útil y con ello puedes llegar a sobrevivir en este mundo

    ResponderEliminar
  2. Si te gusta ese, te recomiendo el Ganador del mes de Mayo-Junio.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Popular Posts

El espacio en que fui tuyo

Así me miras como si sólo fuera tuyo. como si mi carne y cómo respiro vivieran sólo en tus dominios, como si yo pudiera salir pero fuera quedarme lo que elijo. Me miras como vestida con un traje de prodigio  que dejan vida y libertad a un lado En el que elegí que ya no elijo. Me miras como si solo fuera tuyo. Me miras como si así siempre hubiese sido. Empiezas con uñas como espadas, y me pegas y, sin querer, grito y ese grito y que lo pares pido porque no quiero gritar más pues no gritar más es quitarme ya una libertad que ahora no preciso aunque es precisamente por libertad  (aunque sin parecer verdad) por lo que grito. Me miras como si me crearas  y yo te creo y te doy las gracias. Me cuidas cuando me atrapas. Me haces temerte cuando me amas. Y esas aguas contrarias, que me hacen a mi llorar otras aguas, flaquean el báculo de tus manos y viendo que me rompes, amenazas con parar el viaje hacia el espacio más cercano al ser sin ser hacia el que estábamos andando: a un tra...

Recuerdos como noches

Cuando la noche se asienta, cuando el día se termina, cercan los horizontes de mis ojos los recuerdos. Esos que veo junto a la estela de mis pasos. Cuando la noche se asienta y su silencio se posa afloran pensamientos en mi mente: los recuerdos  a los que temo. Junto a la estela de mis pasos. Porque mis recuerdos se me aferran como a la piel, cicatrices, como a la retina, luz como al esperar, el tiempo. Puede ser que sean bellos esos recuerdos. Aún me inquietan. Hay carcasas bellas con adentros feos. Porque mis recuerdos se me aferran como la corriente al nervio, como la mano al puñal, como el párpado a lo visto. Y sé bien perderme en ellos —en los recuerdos que son veneno— incluso más que en todos mis pasos mismos. Imagen hecha con Leonardo AI  de ©Shathu Entayla

Un soneto de tres

Por hoy somos tres. Madre, padre e hijo. Aunque no siempre fuimos tres, pues fuimos cuatro. Luego el desahucio vivimos. Tres vivimos el vivir sin cobijo. Aquí somos tres. Madre, padre e hijo con vidas distintas que distinguimos viviéndolas. Juntos y no. Es un timo de envejecer y el tiempo, que no elijo. Y un día tres serán dos, y dos, uno. De pronto "juntos" pasará a ser "no". Y poco hay entre "juntos" y "ninguno". De un algo que estuvo y se marchó el uno que quede será el "alguno". Uno entre paredes de lo que amó. Imagen generada con Flash 2.0 (Google)  de ©Shathu Entayla