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Amor de tormenta

Entre los pelos agudos
en alfombras de frío hormigón
emergen ganas de amar sin mesura.

Pero ganas dormidas
en concreto húmedo.
Como espuma estancada
como un niño durmiendo
como el descenso de una piedra de río
por la falda telúrica de la montaña
como una canica sobre la arena;

Amor estanco,
pero con potencial y función
de expandirse si es espuma
de llorar como grito de bestia si es un niño
de rebotar y volar si es piedra
de estallar la arena si es canica,

Este mi amor, inerte a ratos
lo es por la tristeza
aire, sueño, monte y tierra
que engarza la potencia
de su voluntad.

Ya verás cuando estalle
cómo el brillo arrecia.
Cada vez que me enamoras
lo siento más cerca de despertar
y a la vez de ti y de mí, más cerca.

No dejaré que la tristeza me venza.
A cambio espérame a que vuelva.

El amor arrecia
y en vez de chispear
deja un manto de niebla
suspendido en el aire.

Gotas que cayeron juntas a la tierra
y no llegaron a ella
para poder respirar antes
para que tú las respirases.

En vez de lluvia
habrá humedad en el aire
Humedad: gotas que quedarán
llovidas
por siempre
sin haber llovido nunca.

La niebla perpetua
el amor que protege
el aire que nos puebla.

Niebla fina que deja ver
pero no borra los detalles bellos
que dan la vida.

El amor arrecia
y en vez de chispear
deja un manto de niebla.


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