Ir al contenido principal

Colorama

Hay muchos colores aquí. Los ríos son verdes, las montañas naranjas y el pasto azul. Una marabunta de cabras moradas viene terremoteando, con una alegría que vuelan sobre nuestros tímpanos, hacia nosotros: dos senderistas en un mundo colorido que existe inexistentemente. Existe porque en él habitamos, como un camaleón vive en su camuflaje, pero no significa que él sea del color que se pone.

Lo que pasa es que nosotros no podemos cambiar de color. De alguna forma las casas las veo negras y anaranjadas, las bodas rojas y blancas, la sinestesia es azul con motas verdes; a ti, compañera de senderos, te veo azul claro con motas blancas y verdes oscuras, y tú a mi, naranja y azul.

Y sabemos que los colores nos evocan. Si me preguntas qué tal estoy y te digo "negro transparente" o "lila oscuro" o "blanco manchado" o "verde", sabes exactamente cómo me siento. Y si me lo preguntas a mi, también. Por este mundo de colores ambos nos entendemos.

Pero es un mundo nuestro, y solemos encontrarnos solos. Acompañados con nosotros, pero algo solos, porque sabemos que, en otro mundo, al que nunca hemos sabido llegar bien, los ríos son plateados, las montañas arenosas oscuras, el pasto verde y las cabras... no sé; creo que dependen del color que vuelen.

Comentarios

Popular Posts

Para la gente a la que beses

Hay gente  que necesitas besar  muchas veces  porque el fin de un beso es  siempre  el principio de otro  que aún no ha venido. Hay gente que necesitas besar  muchas veces porque cada beso es siempre como estar en casa y ser querido. Hay gente que la besas y no vuelve (pocas veces). Pero dentro de ti es siempre un recuerdo vívido de haber vivido. Hay gente que la besas y no vuelve muchas veces y duele ver, porque es siempre ver al otro yendo a otros caminos. Hay gente  que la besas, te arrepientes y así siempre, muchas, o una sola vez. Siempre, y aunque no después, besar se quiso. Hay gente que la besas y no vuelve para siempre porque el mismo tiempo es siempre quien os ha llevado  hacia el olvido. Hay gente  que la besas y sí vuelve muchas veces, y despierta algo que es siempre algo que aun dormido era cariño. Hay gente que no besas y sí vuelve muchas veces, y se queda porque es siempre amor, aun siendo otro que el del inicio. Hay gente que la besas y sí vuelve. Pero, a veces. Y lo in

Cacatúa (poema-calambur)

¡Caca tuya, cacatúa…! Cacareas cacas, rea… ¡Cacatúa! ¡Cacarea! Carámbanos vanos, cacatúa, es lo que sale de tu cacareo. Rea de cacas tuyas eres, cacatúa. Rea de tus deseos. Sueñas cacatúa, cacas tuyas. ¡Cacarea! ¡Rea! ¡Cacarea tus deseos! ¡Carámbanos de sueños ¡Vanos anhelos! Cacas tuyas, cacatúa son tus cacareos ¡Cacatúa! ¡Caca túa! ¡Túa! ¡Caca rea son tus sueños! Imagen libre de Wikipedia Sátira poética a la vanidad de

Te cuerpo de menos

Echo de menos el petricor de la habitación tras llovernos sobre las sábanas; dormirnos en su humedad y calidez, como si de una hoguera se tratara.  Echo de menos las formas de tu piel, esculpidas por la sinuosidad, sencillez y belleza del viento, por las que mis manos, como hojas, pueden planear.  Echo de menos tu sonrisa de niña, tus ojos de almendra dulce, tus labios de cera blanda, tu cuello de bailarina, y el campo de espigas del pelo de tu nuca, que al acariciar, acarician.  Echo de menos tu candor maduro, tu inocente inteligencia, tu espíritu de ave pequeña y alas inmensas.  Echo de menos cómo te maquillan tus ojeras, los ríos y enredaderas de tus estrías, tus glúteos de negra y tus senos de aguacate.  Echo de menos tu sexo, su laberinto de pliegues, su humedad que atrapa y cuida al mío cuando te lo guardas dentro.  Te echo de menos desde mi cuerpo, desde mi corazón. A veces ignorando el pensamiento. Echo de menos tu cuerpo, es decir a ti, y todo lo que tienes dentro. Cerrando la