No sirven para nada
pero valen para todo lo demás.
Lo demás no es más que aquella nada
que la gente tiende pronto a olvidar.
Una senda de sentimientos que fluyen
por cordilleras de dicha y pesar.
Son las luces que brillan en la oscuridad
cuando las emociones quieren brotar
más allá de reflexiones.
O quizá... más allá pensamientos brabucones
que sólo quieren despertar.
Son con lo que nos comunicamos
con lo que vemos, y observamos
-pues el alma también sabe mirar-.
Son con lo que maduramos y dejamos
que toda nuestra esencia viva
en cualquier formato que se escriba
y, aunque la tinta no se retira
hay miles de formas para escribir
en un papel que se llama "vida".
Son las que llaman y las que retiran.
Las que dan sentido al silencio
Las bitácoras de cualquer ida,
el diario de cualquier momento,
o las lágrimas de una despedida
guardadas en frascos somnolientos
que, si guardados con calma,
se vuelven a repetir en sueños.
Cosas inútiles, sin sentido, incluso
pues ninguna palabra sola
te dará un significado concluso,
pero que, entre todas,
son capaces de completar un informe,
un examen, o describir una persona.
Contar una vida. Hacer despertar
Dar mentalidad. Inducir demora.
Una quimera o un acierto.
Algo superficial o emocional,
pero que sin las palabras
no se podrían pronunciar.
"¿Para que sirven las palabras?"
Me preguntan.
Por sí solas, para nada
pero quizá, con la magia adecuada
puedan servirte para triunfar
para expresarte con veracidad
para ganar en disputas
o quizá sólo para hablar
pero también quizá, con voluntad
puedas enamorar al ponerlas juntas.
de ©Shathu Entayla
Comentarios
Publicar un comentario