Ir al contenido principal

Espejo vivo. Reflejo roto

Por favor, vete. Dime que ya no estás allí. Dime que cerrar los ojos me ha servido para que te vayas. Dime que no me estás escuchando. Por favor, no existas más. Por favor, conviértete en un amargo recuerdo para siempre, pero vete de mi vida. Vete. Vete. Vete. Voy a abrir los ojos, y veré que no estarás. Que ya te has ido. Que no podrás volver estés donde estés. Los abro, ¿eh? ¡Y espero que no me estés escuchando! Una, dos y tres… Lo suponía. ¡Tenías que estar ahí! Como la insalvable maldición trágica. Como la muerte que acechaba a Romeo y Julieta. ¡No puedes irte! Claro que no. Existir es natural en ti. Como lo es en mí. Pero, amigo mío, ¡soy yo el que vive ahora! Y tú eres solo un cabo de hierro de mi pasado que quiero que desaparezca. ¡Quiero que te vayas! ¡Que alejes tu dolor pasado de mi presente existencia! Quiero que ese que está mirándome desde el espejo llorando, deje de llorar; que se dé una hostia en la cara y que grite; que si le apetece pegarse un tiro, que lo haga, que si le apetece hacerse una paja frenéticamente hasta quedarse estéril, que lo haga; que si le hace saltar desde un edificio con un paraguas y echar una carrera aérea a un avión, que lo haga. ¡Que deje de mirar con nostalgia los churretes que dejan sus lágrimas! ¡Tú! ¡Sí, yo! El que no hace más que empañar el espejo con el vaho de duchas eternas que sólo sirven para ensuciar el agua; fingir en vano que el agua da calor, que alivia por un segundo a tu cuerpo desnudo. ¡El agua es fría, igual que tu puta vida! Desempaña el espejo con tus lágrimas y rómpelo con los dientes. Y cuando no tengas ningún trozo de piel que no te duela, ni ningún hueso sin partir; que del dolor que sientas puedas diagnosticarte sin miedo al equívoco un insomnio para el resto de tu miserable vida; hasta entonces, deja de mirarte sufrir y de hacer sufrir al espejo. Hasta entonces, pírate a vivir y deja de lamentarte por las cosas que no haces, que haces, o que no deberías haber hecho. ¡Vive de una puta vez! Que todos morimos por el camino. Al menos ten la decencia de morir andando.

Comentarios

Popular Posts

Cacatúa (poema-calambur)

¡Caca tuya, cacatúa…! Cacareas cacas, rea… ¡Cacatúa! ¡Cacarea! Carámbanos vanos, cacatúa, es lo que sale de tu cacareo. Rea de cacas tuyas eres, cacatúa. Rea de tus deseos. Sueñas cacatúa, cacas tuyas. ¡Cacarea! ¡Rea! ¡Cacarea tus deseos! ¡Carámbanos de sueños ¡Vanos anhelos! Cacas tuyas, cacatúa son tus cacareos ¡Cacatúa! ¡Caca túa! ¡Túa! ¡Caca rea son tus sueños! Imagen libre de Wikipedia Sátira poética a la vanidad de

La bandera

Cada vez que te abrazo, muchas cosas me pasan. Siempre mis manos a tus largos bosques se lanzan y cuando te acarician se enganchan en sus ramas. Bajo esas largas ramas siempre encuentran tu espalda. Planean en los surcos de tu piel, como emplumadas como sin peso, y aterrizan en tu piel de nácar. Y pecho y pecho. Mejilla y mejilla. Juntadas, tras del aterrizaje, como visagras. Como si en pulso y rubor se juntara el alma. y que los pulsos y rubores se contagiaran. El contagio, en un desliz voluntario, atrapa de improviso los pares de labios que, aunque escapan de la atadura del pulso y rubor, no se marchan. Y en un vaivén, los labios atados, se desatan y el aire vuela, vuela y vuela entre las visagras. Pero aunque vuela, cambia y baila, luego se apaga y solamente el silencio suena, labios en calma. Y al abrir los ojos, y reenfocar la mirada veo tu cara, el rostro precioso al que besaba. Ese rostro. Un rostro que es una bandera izada sobre el mástil de un cuerpo de una belleza franca. Un

Un abrazo

Alquitranes húmedos besan mis sketchers ya pasadas dadas de sí por miles de pasos. Unos andados, otros bailados. Otros que buscan algo. A veces, en estas noches como un pecíolo de hoja que, en otoño se resquebraja en silencio mucho antes de caer, mi ánimo, también se resquebraja. De mis ojos salen lágrimas  que son de aire porque la humedad la tienen el alquitrán y mis pasos y mi sudor y mis pasos. Y por la soledad de dentro de mis ojos no sale nadie. Muchísimas noches abrazaría el aire me devolvería el abrazo más amable el más tierno, el más gentil, y el más suave Pero es que de todo eso es demasiado el aire y se desharía entre mis manos de carne. Necesito un abrazo que sea tierno y terso y firme y sinuoso. Justo como el dibujo del resquebrajo de ese pecíolo qué está en mi ánimo. Un abrazo  que dibujara el resquebrajo pero en sentido contrario: que acabara de romper o reparase esa hoja. Un abrazo. Que me impidiera llorar o precipitara el llanto. O quizá a encontrarme o romperme con ot