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Soneto sobre el drama hostil de una tormenta en el inconsciente

Cuando sopla el viento de la ansiedad
en mis corneas de aguas correosas
mi corazón se turba bajo losas
de pensamientos y angustia al azar.

Y cuando el mundo me mira diabólico
con sus corneas negras bajo el techo negro
de noche, que acoge a mis grandes miedos
las fobias disparan dolor vitriólico.

Petróleo en mi cabeza son las noches.
Ideas de ser cosas que no he sido
y nunca seré, por lo que he vivido.

Mas mi voluntad despierta esta noche
Noche de vórtices desenredándose;
por fin, dolor fatuo resquebrajándose.

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