Cuando sopla
el viento de la ansiedad
en mis
corneas de aguas correosas
mi corazón
se turba bajo losas
de
pensamientos y angustia al azar.
Y cuando el
mundo me mira diabólico
con sus
corneas negras bajo el techo negro
de noche,
que acoge a mis grandes miedos
las fobias
disparan dolor vitriólico.
Petróleo en
mi cabeza son las noches.
Ideas de ser
cosas que no he sido
y nunca seré,
por lo que he vivido.
Mas mi
voluntad despierta esta noche
Noche de
vórtices desenredándose;
por fin,
dolor fatuo resquebrajándose.
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