PARTE II: Vuelo
(sobre
algodón y acero)
Me dormiría
de nuevo
esperando
salir del agujero
que nunca se
excavó.
Una tumba abierta
excavada
con una pala
de algodón
que nunca
nada profanó.
Mas si este
lo logra, brota
y el algodón
se vuelve acero
que es
fuerte como él mismo
pero deja de
ir con el viento.
No puedo volar
si soy acero
pero no
quiero profanar los muertos
con una pala
de algodón
que vierta
mis grandes miedos.
Quiero morir
y vivir de nuevo.
Quizá perder
mis ojos en cuentos.
Yo soy acero
de algodón
que es
fuerte y no volador.
Soy un
sendero sin dibujar
perdido en
el lápiz del constructor
que algún
día lo vaya a trazar.
En el
despacho se lo dejó.
Y espero que
el acero de algodón
se vuelva
algodón de acero
para poder
ser fuerte
y algún día
surcar los cielos.
Para querer
más lo que quiero
sin mis ojos
ni mis deseos.
Sólo con el
hambre de volar lejos
de mí mismo,
de mis anhelos.
Huir a lava
desde el pueblo.
Saltar al
vacío sin miedo.
Curar mis
manos de los tinteros
Gritarla lo
mucho que la quiero.
Quiero ser
libre. Sólo eso.
Y ser libre
de mis deseos.
De tantos
falsos sufrimientos
que me
anclan al vano acero.
Quiero
liberarme de estos versos.
Quiero matar
mis pensamientos.
Vivir triste
y sonriendo
como vuela
algodón de acero.
FIN
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