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Corazón de esparto

¿Recuerdas con lo último que toqué tu brazo?
Mi mano.
¿Recuerdas cómo toqué tu brazo?
Agarrándolo.

¿No lo recuerdas?
Yo sí.
Te ibas.
Te cogí.
Te quedaste.
Cabizabaja
te obligué
al marcharte
que aguantases.

¿Recuerdas lo último que toqué con mi mano?
Tu brazo.
¿Recuerdas cómo quedo al tocarlo?
Agarrado.

¿No lo recuerdas?
Yo sí.

Por ti.

Por darte la esperanza
que te faltaba
mientras por el otro brazo
te tiraban.

Por ti.
Para que tu honor
no te matara.
Para ti.
Por todas lass rabias
que quedaban
en tu corazón de esparto.
Buscando en él pates de vos
que no te hiciesen daño.
Que no riesen con llantos.

Que no espantasen los malos
blancos de pureza
que aún tu corazón
están pintando.

Que no alargasen los malos
ratos de entereza
que ún tu corazón
están matando.

¿Debes morir?
Sí.
¿Y cómo morir?
Matando.
¿Y cómo matar pesadillas?
Con sueños.
Y es que se sueña sufriendo
los años
que te han desbordado
la vida;
que con tanto llanto
has conservado.

Sí. Matando con sueños los años
la vida has conservado.

Mata tu dolor conmigo ahora,
matando
la soledad, tu pesadlla
con tu vida.
Acompada de otra vida que no sea
mala compañía.

Matando con tu vida
malas compañías.

¡Cualquier mal que tú tengas
mata ahora!
Una pena es dejar mal acompañada
tu vida
en vez de te dejes dejarte
acompañarte
por ti misma, por tu vida,
con otra.

Mata ahora tu vida.
Acompáñate con otra.

Una que de verdad
sea capaz de  partir
el espart que te dobla.

Una que sea capaz
de amasar tu sufrir
del corazón por unas horas.

Unas horas.
Pocos días.
Nunca sola.

Compañía,
no carcoma.
Nunca sola.

¡Corazón
de esparto,
corazón
de amor!

¡Corazón
de amor,
corazón
se torna!

Sin razón
dolor.
Sin razón
demora.

¡Sin razón,
corazón
de esparto
de sombras!

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