Ir al contenido principal

Un vivo en el más allá (cuento) - Capítulo 3: La Vida de Fungus

Los índices de espectro-demografía disminuían por momentos. Las almas ya muertas, seguían muriendo. Me refugié en un zulo bajo tierra, junto con mi marido, Frill y mi hijo Nuame. Bueno, hijos, no se pueden tener, digamos que es un niño que murió joven y al llegar al más allá no quedamos con él. La homosexualidad en el Más Allá era más frecuente, pero las barreras ya no existían. De hecho, esta es la primera vez que recuerdo que hay miedo en el más allá.

Mi marido había salido. Teníamos que estar pendientes por si se despejaban las calles, poder salir y huir en algún medio de transporte. La anarquía como caos, y no como el sistema de política que teníamos ahora, se estaba imponiendo a ritmos vertiginosos. 

El sistema acutal no era complicado. Mi presidencia es de mi pueblo, pero no gobierno mi pueblo. En el más allá nadie controla ni dirige a nadie. Los presidentes nos encargamos de exponer ideas, nada más. Los grupos de personas que quieran lo proponen y en un boletín, se votan las ideas que más convenga. Justo, ¿no? Mi programa proponía una unidad administrativa para Vieja Mairit que es un territorio grande, pero no es de gobierno. ¿Hacer una utopía? ¡Y encima anárquica! Sí, algo hemos aprendido a hacer en el Más Allá.Cuando este sistema se desordenó todos saltaron a la calle. Concluyeron que era absurda una política así dadas las circunstancias. Consideraron que era mejor seguir a ls Mediums.

Frill salió a ver. Yo me quedé con Nuame. Estaba algo preocupado, porque estaba tardando mucho. 
   - Nuame, quédate aquí, voy a buscar a papá.
   - Vale, no tardes papi.
Pero justamente llamaron a la entrada del zulo. 
   - ¿Eres tú?
   - Sí, Fungus. Ábreme.
Le abrí, pero me engañó, no era Frill. Tenía una navaja nigromática. Iba encapuchado.
   - Métete dentro ahora mismo -dijo con sigilo-.
   - Nuame, ponte detrás de mi.
Nuame no pudo hablar. El encapuchado se desenmascaró.
   - No temas, Fungus.
   - ¡Traün! ¿Qué haces aquí? ¿Y Frill?
   - No ha tenido la misma suerte...
   - No me digas eso, por favor.
   - Los Mediums están hablando con las almas, y algunas se están suiviviendo: están muriendo aquí para renacer en la Tierra.
   - No puede ser...
   - No duraremos mucho aquí. Las navajas de nigromancia como esta, hacen precisamente eso, vivir a la gente. La demografía espectral baja y la terrestre se dispara.
De pronto oímos golpes en nuestro zulo.
   - Ni se os ocurra moveros -dijo Traün murmurando-.
Entraron de improviso. Antes de que me diese cuenta, estaba vivo.

Comentarios

Popular Posts

Para la gente a la que beses

Hay gente  que necesitas besar  muchas veces  porque el fin de un beso es  siempre  el principio de otro  que aún no ha venido. Hay gente que necesitas besar  muchas veces porque cada beso es siempre como estar en casa y ser querido. Hay gente que la besas y no vuelve (pocas veces). Pero dentro de ti es siempre un recuerdo vívido de haber vivido. Hay gente que la besas y no vuelve muchas veces y duele ver, porque es siempre ver al otro yendo a otros caminos. Hay gente  que la besas, te arrepientes y así siempre, muchas, o una sola vez. Siempre, y aunque no después, besar se quiso. Hay gente que la besas y no vuelve para siempre porque el mismo tiempo es siempre quien os ha llevado  hacia el olvido. Hay gente  que la besas y sí vuelve muchas veces, y despierta algo que es siempre algo que aun dormido era cariño. Hay gente que no besas y sí vuelve muchas veces, y se queda porque es siempre amor, aun siendo otro que el del inicio. Hay gente que la besas y sí vuelve. Pero, a veces. Y lo in

Valiente

Lo soy porque doy  significados raros a mis besos, porque amo raro y abrazo raro pero bello. Y algo ves en mí que te libera. Algo de esa extrañeza. Y te asombra tu comodidad, la facilidad, y mi franqueza. Y por eso me dices valiente. Me llamas valiente. Me lo llamas con ojos valerosos y me miras contagiada de esa valentía y con ganas de cambiar su propia vida. Me lo llamas con ojos hambrientos de lo que se supone que yo sé y no sabes; de lo que se supone que yo tengo y deseases. Me lo llamas con ojos fulgurantes por una chispa que doy para que tu alma te abrase y me quedo impregnado en tu piel y en toda nueva mente a la que saltes y en todas las demás pieles que toques y en todos los corazones que ames y es porque vuelvo tu alma un fénix y al renacer se hace brillante. Pero también me lo llamas con ojos vidriosos cuando esa valentía se extingue y anhelas anhelarla de nuevo. Pero ya tienes un secreto: te han surgido peros porque descubres que ser libre en verdad, te da miedo. Aún me lo

Remos aconchados o La Lúna

Entre sales de conchas vivo que fueron antes de sal, conchas duras. Me embalsamas con corales rojiblandos  poblando mis aguas mudas para que me ampare la Lúna; y con esas arenas de brazos me acunas en tu almaternura; y como faro sin faro, ¡fareas luces como las de la Lúna! Y aunque acepto cada fotón reflejo especulado hacia mi nuca, confío en que no olvidas alumbrarte a ti las uñas que de rascar mis aguas y acunarme pueden salirte arrugas. No te acerques ni te vayas que los dos tenemos Lúna y aunque tengas más luz que sombra y yo más su cara oculta ambas son Lúna, y mueven aguas y ambos guiamos barcos, sin duda. Tú, por que aprendes deprisa. Yo, sabio que no aprende nunca. Y ambos en barcos contiguos, el mismo remo, y las mismas musas que nos inspiran a surcar las aguas y a beberlas sin beber torturas. Gracias por farear mi faro con poesía, con ternura que con amor los cristales y el agua se me jidisuelven en virutas. Imagen de flutie8211 en Pixabay  de Julio de 2019 ©Shathu Entayla