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Un vivo en el más allá (cuento) - Capítulo 2: Los Libros de Traün

Era absolutamente terrible. Se formaron coaliciones en pro y en contra de las causas del Medium. Las almas empezaron a enfrentarse entre ellas. Se veían almas morir. ¡Un muerto, muerto! ¿Qué pasa con un muerto cuando muere?

Aquellos espectáculos macabros tanto como siniestros me tenían perturbado. Era como las guerras que habíamos vivido cuando aún vivíamos, pero en el Más Allá. ¡No aprendemos ni muertos!

No tuve más remedio que huir. Me despedí de mi vicepresidente, Traün, que era parecido a "trajín" pero sin la "j". Siempre me lo había pasado genial con él. De hecho, gracias a él ahora era presidente: todo mi programa de liderazgo era idea suya. Pero no quiso aceptar el cargo, así que me lo cedió a mi. Me pasó algo parecido a Marx y Engels: todo el mundo recuerda a Marx, pero la gran mayoría de su idea política, era de Engels. En este caso el pueblo lo sabía, y nos tenía cariño a los dos... hasta hace unos días.

Traün dijo que se quedaría en Mairit. Me aconsejó que mirase los libros de historia, pues no era e primer conflicto por una causa como esta que había en el mundo, pero sí en Hispania, que acababa de salir, de un aislamiento masallano. Yo no sabía qué hacer: se me iba de las manos...

Miré en los libros. Lo único que averigüé es que esta era la primera vez que había un conflicto bélico por esto. Algo incomprensible, pues es algo que todos aceptamos al pasar al Más Allá. Leí una frase que me dejó algo tocado en aquel libro: "Recuerda, quien vive muere cuando no tiene nada que vivir, y quien muere vive, cuando aun muerto, sigue viviendo"

Definían aquella frase como la máxima de los defensores de los vivos -pro-vivos-. Creo que empezaba a comprender aquella otra frase que aprendí en vida: "Si quieres vencer al enemigo, únete a él".

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