Ir al contenido principal

Injerto de conciencia

- ¡Qué bonitos están tus ojos hoy!
- Te parece bonito que llore, ¿no?
- No. me parece precioso que sientas.
- Pues a mi no me parece bien sentir, a veces, ¿sabes? -dije enfadada. A veces me gustaría ser una insensible hoja de árbol, que una vez caída, por mucho que la rompan, no siente que se rompe. Pero, ¿sabes?, eso es lo que significa estar vivo. Por eso a veces querría estar muerta. Tengo que seguir viviendo. Agarrada a ese puto árbol por el peciolo, que me da vida a la par que deja que los vendavales intenten arrancarme.
- El árbol soy yo, ¿verdad?
- ¡Sí! ¡Desde el principio siempre lo has sido!

Entonces me di cuenta de que estaba gritando sola en la calle. La gente me rodeaba, mirándome. Sin reaccionar. Estaban en trance, como si hubiesen escuchado un gran discurso. El otoño había empezado y el suelo estaba lleno de hojas. Sobre mi coronilla cayó una hoja verde.

- ¿Me dejarías tu hoja verde? -dijo un encapuchado con un machete bañado en sangre tierna.
- ¿Para qué la quieres?
- Para injertarme en el árbol.
- Vale -dije quitándole el machete mientras la hoja volaba de mi cabeza a otra parte.
- Gracias por la hoja.

El encapuchado se disolvió entre la multitud. La multitud se disolvió entre la nada.
Entonces hice un corte en el árbol con el machete y me injerté en él.

- ¡Qué bonitos están tus ojos hoy! -me dije.

Y esta vez ya no hizo falta que nadie contestara.

Comentarios

Popular Posts

Para la gente a la que beses

Hay gente  que necesitas besar  muchas veces  porque el fin de un beso es  siempre  el principio de otro  que aún no ha venido. Hay gente que necesitas besar  muchas veces porque cada beso es siempre como estar en casa y ser querido. Hay gente que la besas y no vuelve (pocas veces). Pero dentro de ti es siempre un recuerdo vívido de haber vivido. Hay gente que la besas y no vuelve muchas veces y duele ver, porque es siempre ver al otro yendo a otros caminos. Hay gente  que la besas, te arrepientes y así siempre, muchas, o una sola vez. Siempre, y aunque no después, besar se quiso. Hay gente que la besas y no vuelve para siempre porque el mismo tiempo es siempre quien os ha llevado  hacia el olvido. Hay gente  que la besas y sí vuelve muchas veces, y despierta algo que es siempre algo que aun dormido era cariño. Hay gente que no besas y sí vuelve muchas veces, y se queda porque es siempre amor, aun siendo otro que el del inicio. Hay gente que la besas y sí vuelve. Pero, a veces. Y lo in

Cacatúa (poema-calambur)

¡Caca tuya, cacatúa…! Cacareas cacas, rea… ¡Cacatúa! ¡Cacarea! Carámbanos vanos, cacatúa, es lo que sale de tu cacareo. Rea de cacas tuyas eres, cacatúa. Rea de tus deseos. Sueñas cacatúa, cacas tuyas. ¡Cacarea! ¡Rea! ¡Cacarea tus deseos! ¡Carámbanos de sueños ¡Vanos anhelos! Cacas tuyas, cacatúa son tus cacareos ¡Cacatúa! ¡Caca túa! ¡Túa! ¡Caca rea son tus sueños! Imagen libre de Wikipedia Sátira poética a la vanidad de

Un abrazo

Alquitranes húmedos besan mis sketchers ya pasadas dadas de sí por miles de pasos. Unos andados, otros bailados. Otros que buscan algo. A veces, en estas noches como un pecíolo de hoja que, en otoño se resquebraja en silencio mucho antes de caer, mi ánimo, también se resquebraja. De mis ojos salen lágrimas  que son de aire porque la humedad la tienen el alquitrán y mis pasos y mi sudor y mis pasos. Y por la soledad de dentro de mis ojos no sale nadie. Muchísimas noches abrazaría el aire me devolvería el abrazo más amable el más tierno, el más gentil, y el más suave Pero es que de todo eso es demasiado el aire y se desharía entre mis manos de carne. Necesito un abrazo que sea tierno y terso y firme y sinuoso. Justo como el dibujo del resquebrajo de ese pecíolo qué está en mi ánimo. Un abrazo  que dibujara el resquebrajo pero en sentido contrario: que acabara de romper o reparase esa hoja. Un abrazo. Que me impidiera llorar o precipitara el llanto. O quizá a encontrarme o romperme con ot