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Un Espejo al Norte



Alguna vez te he dejado sola.
Alguna vez te quedas mirando las olas
con tu pesada brújula en la mano
buscando lo ascético del norte
mirando al norte en el horizonte
Pero no quieres norte en el horizonte
y justamente entre tú y yo,
está derramado el norte.
A veces desearía no mirar la brújula
ni que tu miraras la que es tuya.

Alguna vez seguimos allí, lejos
viéndonos sólo mirando al espejo:
un teléfono imaginario que no funciona,
al menos con los ojos abiertos;
con el norte en nuestro puerto.
Alguna vez hemos caminado.
Alguna vez incluso besado.
Sí, cuando nos vemos, poco
¡Qué mal norte si nos queremos!
¡Qué mal norte! Nos queremos.
La tierra es curva en la distancia
y el mar amuralla la lontananza
y cuando ambos nos miramos
no vemos más que agua salada
agua que al norte, está mojada.
Mas, alguna vez, miro la playa
y su agua es del norte, pero no nos separa
Y te veo. Sin cuerpo ni adjetivos. A ti.
Viendo una pequeña cara desdibujada.
Viendo bajo el norte, a ti, reflejada.

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