Tus ojos verdes verdes cobijan
como las marismas a las garzas.
Y es que con su mismo verde brillan
como brillaren las verdes ascuas.
Como las marismas, que son puente
entre el agua dulce y la salada
es tu mirada desembocarme
donde juegan la vida y la calma.
Me miro en tus ojos como un niño.
Te veo, y en tus ojos, que me amas.
Y el tiempo entre mis ojos nos mira
vivir tan despacio que no avanza.
Como un balancín que nunca cae
equilibrado como por magia.
Como cuando vives los latidos
y que parece que no sonaran.
Como los momentos de bailar
que son como besos sin palabras.
Así miran mis ojos tus ojos
como a marismas maravilladas.
Mis alas se limpian en tus ojos
como se limpia el alma en el agua.
Mi vida brilla mejor, más fuerte
porque lo mejor de ella refractas.
Cuando ya se han ido tus marismas
no vuelan tan felices mis garzas
por eso aprovecho tu salobre:
que mis alas queden impregnadas
de ti; que mi aleteo recuerde
a tu risa libre, de esperanza
en el presente; que mi boca hable
traviesa y gaya, como una espada,
imitando lo bello que besas,
tratando tan bien como me tratas.
Que me cuidas tan bien como besas.
Que me amas tan bello como abrazas.
Que inspiras a vivir con tus ojos
como las marismas a las garzas.
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Imagen creada con ChatGPT |
de ©Shathu Entayla
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