BÚSQUEDA
PACÍFICA
He
recordado. Raro en mí
que soy de
memoria jabonosa,
de emociones
pulcramente misceláneas
rezumosas y
humanas. Extrañas.
He recordado
una evocación.
O mi cabeza
me ha evocado un recuerdo.
No lo
recuerdo.
Pero sé que
tengo un mar en calma
entre mis
venas jabonosas,
con misceláneos
electrones
rezumando de
la superficie de mis aguas.
Ningún mar
humano es eléctrico si antes no ha habido tormenta
Y el mío
puede ahora cortar
si se
disparase a presión industrial
sobre una
plancha férrea.
El mío puede
ahora retrizarse
en mil
pedazos de labia bífida
y cortarse a
sí mismo media lengua
para que el
subtexto que guarda
sangre sobre
mi garganta.
¡Mar de sangre eléctrica
¡Tormenta! ¡Tormenta!
¡Amarillo ocre! ¡Azul magenta!
He
recordado. Raro en mí
que soy de
memoria…
de emociones…
misceláneas
rezumosas…
Extrañas.
¡Como la montaña!
¡Dios se apiade de mi mar de sangre!
¡Alá! ¡Yahvé…! ¡Llueven mares! ¡Noé!
¡Sálvame! ¡Llévame!
¡Pero no me mates nunca más!
He
recordado. Raro…
… soy de
memoria…
… miscelánea…
… extraña…
¡Recuérdame! ¡Acuérdame!
¡Ser o no ser!
¡Reprimamos esta fuera condición
que me muero…! ¡QUE ME MUERO!
¿Por qué?
(Verso vacío)
¿Por qué?
(Verso vacío)
Es hora…
(Verso vacío)
Qué maldita mi sangre…
Tendré que cambiarla.
CLAMOR
¡Oh no! ¡Eso no!
No… Mi mar no… Lo amo
Pero lloro por dentro y no escapa el
mar,
¡no escapa mi sangre sucia!
No sale de mis ojos…
Abrázame, por favor.
Dios, mar, amor, sangre, yo. Tú,
te necesito. Os necesito.
Te necesito. Te necesito.
Deja que llore… Deja que grite…
Deja que eche de menos tus caricias.
Déjame en paz con tu presencia.
Deja que ve tu sonrisa
tragándose mi sangre negra:
dejaré de ser egoísta.
Deja que beba de ti
¡Cuídame! Por favor… tenme.
No puedo seguir mintiéndome
diciendo que necesito cambiar
cuando, además, necesito cambiármete
Deja en paz nuestro amor
que sabe volar volar
Que ni Noé, ni Dios, ni mi garganta,
ni Hamlet, ni Segismundo, ni mi
sangre parda
existen.
Son sólo electricidad estática
tras la tormenta.
Sólo eso. Solo.
Déjame en paz, por favor;
en la que sale de ti:
de la que no me queda.
Deja que nos quiera.
¡Arrúllame como a un hombre!
Deja que te abrace en paz…
Imagen de cocoparisiense en Pixabay
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