Para poner en pausa
el reloj de la máquina
y despertar con dulzura
al espíritu.
Para sentir el placer
que da el tiempo sin cronómetro
el tiempo sin destino;
el vivir en sí mismo.
Para apreciar
los minutos y sus segundos
el continuo sin discretos
y el corazón que nunca paró de latir.
Para honrar al cansancio
(¡oh cansancio!)
que nos permite contemplar
en vez de hacer;
que nos permite sentir
en vez de evitarnos;
que nos permite jugar
en vez de optimizar.
Para que el tiempo sin sentido,
dé sentido.
Para no caer en la tentación
de darle uno.
Para parar
para sentir
para apreciar
para contemplar
para jugar.
Ahora oro
para que el tiempo
sólo sea tiempo.
Kha feijôl.
Imagen de Ola Dapo en Pexels |
de ©Shathu Entayla
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